Volvió a repuntar la inflación de EEUU en agosto y marca 3,7% interanual

El Índice de Precios al Consumidor (IPC) en Estados Unidos registró un incremento de 3,7% en agosto, la segunda aceleración consecutiva, anunció hoy la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS) dependiente del Departamento del Trabajo.

La cifra no sólo fue superior al 3,2% de julio, sino que también fue mayor al 3,6% esperado por los analistas, según una encuesta de MarketWatch citada por las agencias de noticias AFP y Bloomberg.

Se trata de la segunda escalada consecutiva de la inflación, luego de mantener una tendencia a la baja desde junio del año pasado, momento en el que marcó un pico de 9,1%, la mayor tasa desde noviembre de 1981.

Por otro lado, la variación mensual de agosto fue del 0,6%, un salto respecto al 0,2% aunque en línea con lo esperado.

De ese 0,6%, más de la mitad del incremento provino de la suba de los combustibles, según precisó el reporte, que impulsó a que el índice energético subiera 5,6% en el mes.

Además de la nafta, también subieron los costos de alojamiento, que acumulan cuarenta meses consecutivos de incrementos, y los alimentos, que se encarecieron un 4,3% anual y 0,2% mensual.

No obstante, en el caso del alojamiento (que incluye a hoteles y alquileres), el aumento mensual fue del 0,3%, el más bajo desde principios del año pasado.

Por otro lado, se registraron alzas en los pasajes de avión, los seguros de autos y los automóviles cero kilómetro.

El índice subyacente –que no toma en consideración los valores volátiles de la energía y los alimentos- fue del 4,3% anual y 0,3% mensual frente al 4,7% y 0,2%, respectivamente, de julio.

Los salarios reales, en tanto, registraron un incremento de 0,5% anual, el segundo mes consecutivo de desaceleración.

Los datos de la inflación, superiores a los esperados, ponen bajo presión a la FED, que se reunirá la semana próxima para decidir cómo proseguir con las tasas de interés.

Actualmente, la tasa de referencia se encuentra en un rango de entre 5,25% a 5,50%, el nivel más alto en 22 años, tras haber sido objeto de once aumentos desde marzo de 2022 con el objetivo de bajar la inflación.

El mercado apuesta a que la FED mantendría las tasas sin cambios la semana próxima, con la posibilidad de un último ajuste al alza de las tasas antes de fin de año, tal como señalan las proyecciones de la entidad.

El objetivo de la entidad monetaria es bajar la inflación a su meta del 2% anual sin que la economía caiga en recesión en el camino.

Pero una aceleración en los precios podría obligar al organismo a seguir con los aumentos de tasas por más de lo estipulado: su titular, Jerome Powell, advirtió el mes pasado en la conferencia monetaria de Jackson Hole que las tasas de interés seguirán siendo altas y podrían aumentar aún más si la economía y la inflación no se enfrían.

Más allá de la aceleración en el IPC general –motivada sobre todo por los combustibles-, la preocupación central de FED son los precios subyacentes, los cuales tuvieron el primer repunte mensual desde febrero.

“El índice núcleo es un poco decepcionante. Esto mantendrá a la FED en alerta y sugiere que un aumento de tasas será posible en noviembre o diciembre”, analizó Kathy Bostjancic, economista de la aseguradora Nationwide.

En tanto, según Rubeela Farooqi, economista de High Frequency Economics, los datos “apoyan a que habrá una pausa de tasas este mes” pero la FED “no declarará victoria hasta que vea más evidencia de que los precisos se encaminan al 2% anual”.

Parte de lo que sucederá en los próximos meses dependerá de que lo que ocurra en el mercado energético.

Tras los recortes de producción de Arabia Saudita y Rusia, el precio del barril del petróleo llegó a máximos de diez meses, y la Agencia Internacional de Energía prevé que habrá un déficit de tres millones de barriles diarios en el último trimestre del año, según indicó hoy en su informe mensual.

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